Tal vez en mi vida haya cruzado más de mil puertas.
No planeo contar cuántas fueron, nadie lo hace.
Por unas entré y salí incesantemente,por algunas no volví a pasar.
Pocas veces encontré restringida la entrada,y a unas cuantas me prohibí regresar.
Siempre hay algo de miedo a cruzar nuevas puertas,pero el temor tarde o temprano se va.
Prefiero entrar, que salir,la bienvenida antes que al adiós.
Constantemente cruzo puertas,me acostumbré al constante ir y venir.
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